El grupo se ha instalado hoy en las puertas del Mercadona, de 12:00 a 14:00 horas, a pesar de la polémica que se había suscitado en las redes sociales y con el «rechazo» del Ayuntamiento, que no lo pudo impedir «porque contaban con el permiso de la delegación del gobierno»
Javier Gómez
La presencia del colectivo de ultraderecha ‘Lo Nuestro’ había provocado un gran revuelo en las redes sociales. Asociaciones como ‘La Empedrá’ o ‘Grita contra el Racismo Vega Alta’ habían advertido de su presencia hoy en Cieza, y habían expresado su rechazo y malestar por lo que consideran un «acto racista y disgregador por parte de las mesas del odio de los nazis». A pesar de todo el revuelo no se ha producido ningún tipo de incidente. Únicamente, las farolas próximas a su puesto albergaban unas pegatinas que rezaban: «Sexo, Patrias, Raza, no hay condición», y sobre las que llamaron nuestra atención desde el colectivo: «Así es como nos han recibido», argumentaban.
Alrededor de 20 miembros de este colectivo, que no rebasaban la veintena de años, instaló hoy su su puesto de recogida de comida en el Mercadona de la Avenida José Ríos Gil con la intención de recoger alimentos «solo para las familias españolas más desfavorecidas que no cuentan con ningún tipo de ayuda», afirmó el portavoz del colectivo a esta redacción.
Asimismo, para evitar incidentes, comprobar que contaban con el permiso de la delegación del gobierno y que, efectivamente, realizaban la labor para la que se les había concedido el mismo se desplegó una patrulla de la Guardia Civil y otra de la Policía Local.
Por su parte, los miembros del colectivo de ultraderecha destacaban que «no nos dedicamos exclusivamente a recoger alimentos, sino que llevamos a cabo actividades deportivas y sociales para españoles». Además, declaran que quieren visitar todas las localidades de la Región con este fin, pues ya han estado «en Alcantarilla y Cartagena entre otras».
Sin embargo, Pascual Lucas, alcalde de Cieza, ha expresado a esta redacción su «rechazo» a este tipo de iniciativas por considerlas «racistas». Al mismo tiempo, alega que «solo podemos velar por que se cumpla la normativa porque tienen permiso por parte de la delegación del gobierno».
Finalmente, los miembros del colectivo han desarrollado su actividad sin que se hayan tenido que lamentar incidentes.